Paseo marítimo de La Paz

Paseo marítimo de La Paz


La vida social de La Paz gira en torno al recorrido por el Paseo à￾lvaro Obregón. Al amanecer, correr es la actividad más común entre los habitantes locales y los extranjeros. Más tarde, si deseas confundirte entre los paceños, como se les llama a los habitantes locales, puedes tomar una mesa en La Terraza de la Perla con vista al paseo marà­timo y a la bahà­a.

Goza de la magnà­fica vista mientras disfrutas unos sabrosos huevos rancheros. Este es un lugar muy popular entre grupos de damas que vienen a desayunar tranquilamente con sus amigas. Más tarde, cuando se acerca la hora de la cerveza, los hombres vienen tomar una bien frà­a acompañada unas tapas antes de ir casa para el almuerzo. Los mexicanos organizan sus reuniones de negocios durante el desayuno o el almuerzo.

El paseo marà­timo es el lugar para ver y dejarse ver. Se extiende a lo largo de varios kilómetros pasando por playas de fina arena. Los vendedores ambulantes, pescadores y los amistosos residentes de La Paz hacen de este paseo marà­timo un animado lugar para ver pasar a la gente, especialmente los sábados por la noche. El Parque de la Amistad, a un lado del mar, con bancas y un quiosco de dos pisos se encuentra frente a uno de los diversos muelles que se extienden hacia la bahà­a.



Varios artistas mexicanos (Juan Soriano, Octavio González, Rocà­o Sánchez) han adornado el paseo marà­timo con hermosas esculturas, mientras que el conocido artista, nacido en Detroit, Robert Wyland también contribuyó con uno de sus murales marinos. Entre las esculturas, El Viejo y el Mar y La Ballena son las más apreciadas por los pacenos.

El malecón también es un centro neurálgico para la vida nocturna de la ciudad. Los clubes nocturnos y antros atiborrados de habitantes locales y extranjeros están abiertos hasta tarde. No te preocupes, podrás encontrar fácilmente un taxi que te lleve de regreso al hotel.



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