El Radisson Blue no es precisamente un hotel temático, pero sí cuenta con un rasgo que hasta ahora no habíamos podido ver en ningún otro alojamiento del mundo: un acuario en su interior. El hotel en cuestión se encuentra localizado en Berlín y se ha transformado en una de las visitas que los viajeros no deberían perderse si quieren alojarse en un lugar curioso y muy original.
Disponer de la ventaja de tener un acuario en las propias instalaciones del hotel no es algo sencillo. Para lograrlo las instalaciones se han construido en el interior de un centro de vida marina. A cambio, el hotel puede decir que dispone en sus instalaciones del que está considerado como acuario de forma cilíndrica más grande del mundo entero. En total dispone de una altura de 25 metros, lo que permite en sus dimensiones alojar a una cantidad superior a 1500 peces. Entre estos peces se pueden contar más de 90 especies que conviven en miles y miles de litros de agua. Para que nos hagamos una idea de lo grande del espacio, solo hay que tener en cuenta que al día se necesitan alrededor de 8 kgs para poder alimentar a todos los habitantes del acuario.
Pero esto es algo que disfrutan los viajeros, dado que pueden tener una excelente vista cada vez que recorren las zonas comunes del hotel.
Entre los atractivos añadidos del hotel, más allá de la aparente comodidad de sus habitaciones, se encuentra la posibilidad no solo de ver a los peces en este entorno, sino de presenciar la alimentación de los mismos. Todo se realiza con la rectitud y ración de espectáculo como si estuviéramos pasando unos días dentro de un parque temático. Es parte del atractivo dealojarnos en este hotel de Berlín que, como indicamos, está desatando cada vez más pasiones entre los viajeros.
Por lo que se ha comentado, por otro lado, hay un plan de futuro para este acuario cilíndrico que implica que su espacio, en el futuro, no solo estará ocupado por los peces. Se está trabajando para que pueda transformarse en un entorno viable también para los corales. De esta manera se proporcionaría un mayor interés si cabe para los visitantes y además sería posible crear unaestructura mucho más saludable y de valor dentro de lo que se entiende como conservación marina. Lo más probable es que no tardemos demasiado en volver a oír sobre este hotel.
