Roma es una gran ciudad, que además de dar cobijo a casi tres millones de habitantes, es una de las grandes cunas del arte de diversas generaciones. Por sus tierras han pasado algunas de las civilizaciones más importantes de la humanidad, ya ha visto nacer movimientos artísticos que cambiarían no sólo la forma de entender el arte, si no la historia en general. Todo esto hace que la capital de Italia sea uno de los lugares más turísticos a nivel mundial.
Visitar todas sus interesantes iglesias, sus incontables museos, recorrer sus calles y sus plazas, y conocer su gastronomías y sus gentes, podría llevarnos meses y no nos aburriríamos, pero como tristemente no siempre disponemos del tiempo necesario, hoy os recomendamos algunos lugares imprescindibles para adentraros en la Ciudad Eterna en tres días.
Día 1: El Vaticano y las grandes plazas
Mañana
- Museo del Vaticano: es una de las visitas imprescindibles, sobre todo para los amantes del arte. Dentro de estos gigantes museos se encuentran algunas de las obras de arte más importantes del Renacimiento y del arte italiano. Es importante ir temprano pues suele haber largas colas de gente, sobre todo en temporada alta.
- Vaticano: la Plaza de San Pedro y la columnata de Bernini son uno de los monumentos arquitectónicos más idolatrados de la ciudad. Visitar el exterior y el interior es imprescindible si se quieren contemplar algunas de las obras escultóricas más famosas de Italia.
- Castillo de Sant Angelo: está muy cerca del Vaticano, y las vistas de la fachada a través del puente que cruza el Tíber son un espectáculo digno de admirar.
Tarde
- Piazza Navona: presidida por una imponente fuente hecha por el gran Bernini, es uno de los lugares más bonitos de Italia, ideal para descansar y tomar un café al más puro estilo italiano.
- Panteón: este templo circular más más de dos mil años de historia es uno de los vestigios del imperio romano mejor conservados de toda Roma. Su interior y su cúpula son tesoros para la vista.
- Fontana de Trevi: la fuente más grande de toda Roma es un momumento clave de la época barroca.
- Piazza di Spagna: sus escaleras, diseñadas por el gran Miguel Ángel hacen de esta plaza una de las más fotografiadas de toda Roma.
Día 2: Roma Antigua
Mañana:
- Columna y Mercado de Trajano: la primera destaca por sus famosos relieves con episodios reales de la Roma antigua; el segundo es una de las grandes ruinas que se consevan en la ciudad del Imperio Romano.
- Foro Romano y Palatino: aunque los años han reducido este lugar a ruinas no muy bien conservadas, el Foro es un lugar básico para comprender la organización y la forma de vida de la cuna del Imperio que dominaría buena parte de Europa.
- Museo capitolino y Monumento a Víctor Manuel II
Tarde:
- Santa María Mayor y Santa María de los Ángeles
- Coliseo: si hay un monumento que represente la ciudad capitalina, ese es el Coliseo, uno de los mejores teatros que se conservan hoy en día del Imperio Romano.
- Arco de Constantino: muy cerquita del Coliseo, este arco del triunfo se construyó para conmemorar la victoria de Constantino I en la batalla del Puente Milvio.
Día 3: el Tíber y el Trastévere
Mañana:
- Circo Masimo: esta explanada puede no decir mucho al visitante, pero es un lugar clave de la Antigua Roma, ya que en él se disputaban las carreras de cuádrigas tan copiadas en el cine y en las esculturas de la Roma imperial.
- Bocca della Veritá: este monumento ha sido copiado hasta la saciedad en ferias por la creencia de que al introducir la mano en su boca, ésta te leía la mano.
Tarde:
- Isla Tiberina: un paraje caprichosamente creado por la naturaleza, fue aprovechado para crear en la isla que forma el río el famoso Templo de Esculapio, dedicado al dios griego de la medicina.
- Trastévere: este barrio, ubicado en la ribera Oeste del río Tíber es una joya ariquitectónica de la época medieva y aún conserva un peculiar adoquinado. Además, el ambiente nocturno hace de este lugar un espacio único para pasar una trasnochada.
