Los turistas que viajan a Brasil están demostrando cada vez un mayor interés por dormir en favelas clásicas.
Nadie puede entender los intereses de los turistas. Podemos intentarlo, pero es difícil que podamos asumirlo, dado que los gustos de las personas son muy diferentes y varían mucho en un caso u otro. Por lo general tenemos en cuenta que siempre gustan las experiencias de lujo, los hoteles más caros y aquellos lugares donde nos proporcionen el mejor servicio. Pero hay veces en las que ocurre todo lo contrario.
Es lo que estamos viendo en Rio de Janeiro, donde se ha puesto de moda alquilar favelas para pasar unos días en ellas sintiéndonos como habitantes de Brasil que viven en estos lugares. No tenemos muy claro si se trata de la mejor elección que se podía hacer a la hora de hacer una visita a Brasil, porque al fin y al cabo todos hemos oído la fama que tienen las favelas, pero la realidad es que este tipo de alojamiento se ha convertido en la última tendencia en el país. Hablan de ello algunos de los propietarios de favelas a los que se les ha ocurrido ponerlas en alquiler desde el servicio que proporciona la comunidad Airbnb.
Dicen que poco a poco están solicitándose más reservas de las favelas por parte de viajeros de países del extranjero.
Los turistas procedentes de Estados Unidos, Reino Unido y Francia son los que más están confiando en este tipo de alquileres que les permiten ver Brasil desde un punto de vista. Uno de los puntos de interés de este tipo de reservas se encuentra en su precio, que es muy reducido en comparación a otras de las propuestas disponibles en Brasil. A los viajeros les gusta poder alojarse de manera económica y poder dedicar el presupuesto a otros aspectos. Al mismo tiempo también parece que gusta sentirse en una de las zonas de viviendas más tradicionales de Brasil.
No hay que olvidar que las favelas eran, hasta hace poco, uno de los lugares más peligrosos de Brasil, con habitual redadas realizadas por la policía. Poco a poco parece que se está llevando un ajuste de este tipo de lugares para que sean más seguros, pero no dejamos de hablar de favelas, con todo lo que eso implica.
Cara a la organización de los Juegos Olímpicos de 2016 es posible que las favelas ganen todavía más popularidad entre los visitantes que quieran disfrutar de Brasil en su lado de menor lujo. La tendencia sigue al alza, al menos de momento
