Una de las partes más fastidiosas de un viaje es hacer la maleta. A veces empacamos cosas que realmente no vamos a usar o dejamos en casa las que sí vamos a necesitar. Lo primero que hay que tomar en cuenta, es el destino.
Para la playa:
– Prendas de vestir ligeras. Para salir a restaurantes o a pasear de noche, las mujeres pueden llevar un vestido de verano y los hombres una camisa de botones sencilla.
– Bolsas para separar lo mojado y arenoso.
– Más de una opción de traje de baño.
– Lleva un bolso grande para la playa, preferiblemente de algún patrón que resalte y sea fácil de identificar. Asegúrate de que tenga compartimientos para guardar cosas pequeñas.
– Una bolsa extra para guardar la basura y cuidar las playas, así como servilletas y toallas húmedas.
-Si vas en carro, protege los asientos con toallas secas.
– No olvides protector solar y crema de cacao para los labios.
Para la montaña:
– Lo más importante es un buen morral. Pruébalo antes de tus vacaciones para evitar accidentes o incomodidades.
– Los zapatos también son esenciales. Debe ser un calzado resistente a las superficies de la naturaleza.
– Lleva ropa que no te importe que se ensucie o se moje, preferiblemente de tela sintética, resistente al agua, sudor o viento.
– En caso de lluvia, empaca un poncho o algo sencillo que te proteja.
– En caso de cambios climáticos, lleva guantes y bufandas para el frío.
– La seguridad es lo primero. No dejes tu kit de primeros auxilios, agua, linterna. – Revisa las medidas de seguridad antes de iniciar tu aventura, recuerda preguntar si hay animales peligrosos o plantas venenosas.
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