Los últimos días no han sido positivos para Japón, que se ha encontrado con problemas naturales que han producido ciertos incidentes en la nación. Primero las inundaciones, que han dejado algunas ciudades en mal estado y provocado incidentes con personas desaparecidas de por medio. Segundo, la erupción del Monte Aso, el que está considerado como el volcán más grande de todo Japón si hablamos de los que, lógicamente, están activos.
En el pasado año 2014 ya se produjo una erupción similar y las aerolíneas tuvieron que reaccionar cancelando multitud de vuelos. En esta ocasión se ha producido una situación similar, con las aerolíneas niponas cancelando vuelos entre regiones internas del país y poniendo en preaviso a los visitantes que vengan del extranjero para que sepan la situación en la que se encuentra el país. En principio la nube de humo no debería extenderse más allá de los alrededores del volcán, por lo que en cierto modo no habría que tener ningún tipo de problema por visitar Japón por mucho que se esté provocando este incidente.
Esto no evita que tengamos que tener cierta precaución para no encontrarnos ante un problema cuando visitemos el país y que no sea recomendable que estemos al tanto de los últimos acontecimientos en el país.
Hay que recordar que en el año 2014 se produjo la erupción del Monte Ontake, el cual provocó una reacción en cadena muy grave en las cercanías de Tokyo. En aquel entonces hubo 57 personas que fallecieron a causa de la erupción, lo que aumentó la repercusión y la atención que el gobierno japonés está intentando mantener de todos los volcanes para mantenerlos a raya y que no se produzcan situaciones de una gravedad extrema. El país se sigue enfrentando a retos considerables, aunque de momento sus ciudadanos no se alarman, dado que saben que esta ha sido una máxima constante a lo largo de las últimas décadas.
Entre los japoneses aún se espera que, según presagios y previsiones, llegue un momento en el que el país se ponga patas arriba por un fenómeno similar que implicará un nivel de destrucción mayor al que se ha producido por el momento. Pero por si ese día llega en algún momento, el gobierno está reforzando todas las estructuras y las ciudades, comenzando por los núcleos del país y poco a poco llegando a zonas más alejadas. Es un país que lucha por la supervivencia y que, no os preocupéis, de momento podéis visitar sin miedo.
