Dejando el mar, se entra en el corazón del Parque Nacional del Cilento y el Valle de Diano, un cofre lleno de tesoros naturales, donde el verde se intensifica con bosques de robles, arces, fresnos y castaños que, en las montañas, se dejan reemplazar por densos hayedos. Un mundo de contrastes que conviven gracias a la armonÃa de esta naturaleza única.
Un viaje por esta tierra se quedará grabado en la memoria del corazón.
Que hacer en Salerno
Mar y naturaleza: ¡un gimnasio al aire libre!
La belleza de los fondos marinos y el color intenso del agua son tentaciones irresistibles para los amantes del snorkel, del seawatching o del buceo. Windsurf, kitesurf, surf, vela y canoa son para quienes prefieren vivir el mar bajo el sol.
Una excursión en barco en busca de bahÃas escondidas o para visitar las grutas marinas es una experiencia que brindará emociones y recuerdos inolvidables.
Si sus vacaciones ideales requieren relajarse bajo los rayos del sol y bañarse de vez en cuando en un mar cristalino, esta tierra le ofrece infinitas oportunidades, con sus muchas y pequeñas playas y bahÃas a lo largo de la costa, con los olores de la vegetación mediterránea y la fresca brisa que le acompañan mientras se relaja.
Si se busca el relax se recomienda vistar las Termas de Contursi o las de Montesano en la Marcellana, donde, gracias a las propiedades curativas de las aguas termales, podrá someterse a varios tratamientos para todo el cuerpo.
Que ver en Salerno
Un diamante en bruto transformado por el hombre en una joya refinada, un trabajo que ha requerido tiempo, esfuerzo y, ante todo, la atención necesaria para llegar a un equilibrio tan perfecto entre la belleza espontánea de la naturaleza y la creada por el genio del hombre: esto es la Costa Amalfitana.
Y el resultado de todo este esfuerzo es evidente. Se puede ver ya al llegar a Vietri sul Mare, puerta de entrada de la Divina Costa.
Dondequiera que miremos nos quedamos fascinados por los intensos y brillantes colores, por la luz que emana de cada rincón, como si el sol les tuviera reservado un trato especial, por las formas que la naturaleza ha grabado en los acantilados, por el azul cobalto del mar que en un punto indefinido se encuentra con el azul del cielo, por las pequeñas y pintorescas casas en la roca, por los rastros dejados por antiguas civilizaciones, por las obras maestras expuestas en este museo natural, por la alegrÃa y la serenidad que transmite la gente, por el aroma intenso de los limones y el color de los olivos, viñedos y jardines en flor.